
en que el mentido robador de Europa
(media luna las armas de su frente,
y el Sol todos los rayos de su pelo),
luciente honor del cielo,
en campos de zafiro pace estrellas,
cuando el que ministrar podía la copa
a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
náufrago y desdeñado, sobre ausente,
lagrimosas de amor dulces querellas
da al mar, que condolido,
fue a las ondas, fue al viento
el mísero gemido,
segundo de Arïón dulce instrumento.
Del siempre en la montaña opuesto pino
al enemigo Noto,
piadoso miembro roto,
breve tabla, delfín no fue pequeño
al inconsiderado peregrino,
que a una Libia de ondas su camino
fió, y su vida a un leño.
Del Océano pues antes sorbido,
y luego vomitado
no lejos de un escollo coronado
de secos juncos, de calientes plumas,
alga todo y espumas,
halló hospitalidad donde halló nido
de Júpiter el ave.
Este fragmento de Luis de Góngora pertenece a su obra "Soledad primera", en la que habla de la primavera situándolo en el mes de mayo y también nos presenta al protagonista, que es un naúfrago. En ellas se hacen alusiones mitológicas como el mito de Júpiter raptando a la princesa Europa, el mito de Arion...
El mes de mayo es el de la constelación Tauro, por la metamorfosis en toro de Júpiter.
Entrada realizada por Francisca Ankamaa Yeboah
Ojo
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